Mi compromiso, La Rioja y Ribera del Duero

Día 4:

El camino es de aproximadamente 5 horas manejando, así que nos detuvimos en el camino para desayunar, café y echar gasolina. Luego más adelante nos paramos en Zaragoza a almorzar. Si tienes el tiempo, Zaragoza tiene varias cosas interesantes para visitar, como la Basílica Nuestra Señora del Pilar y el Palacio de la Aljafería. Importante mencionar que desde aquí ya se ve el Rio Ebro, el cual tiene mucha importancia para las regiones del vino a las cuales nos dirigíamos.

Les cuento que nosotros esperábamos que a medida que nos acercábamos a La Rioja, como que ir sintiendo ese vibe de campo pero nada más lejos de la realidad. Todo el camino es expreso, medio industrial y nada de esas hermosas vistas que ambos soñábamos. El chiste es que, aunque yo no tenia idea, Juanjo tenía pensado parar en una de esas vistas hermosas a "tomarnos fotos" y ahí comprometerme pero obviamente eso nunca pasó. Iba todo el camino diciendo "que fea la vista", estaba súper frustrado y little did I know que era por sus planes de proposing.

Finalmente, llegamos al pueblito de Elciego, en donde esta localizado el Hotel Marqués de Riscal, Luxury Collection. Ahí nos quedamos por las próximas dos noches, un hotel 5 estrellas y muy merecidas porque desde el servicio, las facilidades, la habitación, el trato, todo es surreal. Te hacen sentir como realeza, todos demasiado amables. El desayuno es incluido y está delicioso. También te incluyen la visita guiada por su bodega y la cata de sus vinos.

Tan pronto hicimos check in, fuimos a la habitación a dejar todo y es ahí en donde Juanjo me propone matrimonio. Justo 5-10min de haber entrado al cuarto, él estaba como ansioso y desesperado, no podía aguantarlo más así que salimos al balcón a ver la vista, ahí me abrazo y sacó mi hermosa sortija. Demás esta decir que yo estaba en shock, sin palabras totalmente. No sabía si llorar, reír o respirar. Les juro que olvidé respirar, los latidos del corazón me subieron demasiado, no podía creer lo que estaba pasando. Por supuesto que sin dudarlo le dije que sí y ahí estuvimos unos minutos disfrutando de ese momento. Abrimos una botella del vino que el hotel nos había obsequiado y con eso brindamos, por muchos años más de descorchar buen vino de la mano.

Luego de llamar a mis papas y mi hermana para darles la noticia via Facetime, entonces bajamos pues teníamos la visita guiada a las 5:00pm en Marqués de Riscal. Te llevan por la bodega, hablando desde sus inicios, cómo han ido evolucionando, entre otras cosas. Honestamente el muchacho que era guía no fue el mejor para mi gusto, iba hablando al "papagallo" y no sentía como esa pasión por el vino que me gusta sentir de parte de un guide de vino. Anyways, catamos 3 de sus vinos y luego compramos algunas botellas en su tienda.

Esa noche cenamos en el restaurante del hotel que tiene una estrella Michelín. Hay dos opciones de cursos en el menú, creo que eran 7 cursos y 10 cursos. Nosotros optamos por el de 7 cursos y fue la mejor decisión porque al final ya no podíamos comer más. También elegimos el maridaje con vinos y nos agradó que probamos otros vinos que no son de la bodega. Luego de cenar, pasamos al último nivel, en donde tienen una librería que cierra a las 12am para darnos un espresso. Ahí nos invitaron a una copa de champagne por la casa para celebrar nuestro compromiso, también nos trajeron unas trufas de chocolate muy ricas.

Día 5:

Al día siguiente, nos levantamos temprano y bajamos al desayuno. Te sirven todo a la mesa y esto esta incluido como parte de tu estadía. Te traen quesos y cortes fríos, panes, algunos pastries, jugo de naranja, café y todos los días hay un huevo cocinado de formas diferentes. Ese primer día fue un huevito pochado sobre una tostada con una tocineta crujiente, estaba delicioso. Importante pedir el huevo un poco más cocido porque te lo dan casi crudo. Y si no te gusta el runny yolk, déjalo saber.

Luego de ahí fuimos guiando en el carro a las Bodegas Muga para nuestra visita guiada. Allí la visita solo éramos nosotros dos y la guía que era una muchacha joven súper buena. Esa visita me encantó y me impresionó muchísimo pues fue la única bodega que visitamos en donde hacían todo in-house, incluyendo sus toneles y barricas.

De ahí fuimos a las Bodegas de Marqués de Murrieta para nuestra visita guiada y experiencia gastronómica. Comienzo por decirles que vale la pena 100% que cojan esta experiencia gastronómica con maridaje. La visita como tal fue en grupo, éramos 6 en total y la guía que era Miriam, ella es excelente. Luego de la visita, entonces Juanjo y yo pasamos a un cuarto cerrado con una mesa redonda y ahí conocimos a Andrea, quien nos estaría atendiendo durante esta experiencia. Absolutamente todo lo que comimos estuvo exquisito, al igual que los vinos. Fue una experiencia ciertamente inolvidable y que queremos repetir si podemos visitar nuevamente esa bodega.

Esa noche cenamos en el hotel, en el otro restaurante y también estuvo riquísimo todo.

Día 6:

Desayunamos tempranito, hicimos check out y nos fuimos en ruta a Bodegas Roda para una visita guiada y tasting. Desafortunadamente, nos confundimos de fecha al hacer la reserva de la visita guiada así que solo pudimos hacer tasting de sus vinos y sus aceites de oliva extra virgen. En parte, era justo lo que necesitábamos, llevábamos dias nonstop así que sentarnos a disfrutar del vino y estar relax un ratito fue perfecto.

Luego fuimos hacia Bodegas La Rioja Alta que queda justo al ladito de Roda. Allí teníamos visita guiada y cata de vinos. Esta experiencia también nos encantó, además de que sus vinos son top, la guía que nos tocó era joven y muy buena. Fue interesante conocer un poco de la historia de Haro y esta bodega centenaria. Si vas con tiempo, ellos tienen un tasting room, tipo barrita al cual puedes ir y probar distintas de sus añadas e incluso, comprar de sus vinos para llevarte.

Desde allí manejamos 2hrs y 20mins aproximadamente hasta la próxima región del vino a visitar: La Ribera del Duero. Allí fuimos directo a la reserva que teníamos en el Restaurante Taller del Hotel Arzuaga, el cual también tiene 1 estrella Michelín. Tuvimos una experiencia de varios cursos con maridaje y ciertamente estuvo súper chévere. Probamos cosas que definitivamente jamás pensamos probar, en estos lugares uno debe ir dispuesto a salir de la zona confort. Luego del almuerzo, pasamos al hotel que es en la parte de atrás a hacer check in para seguir a nuestra visita guiada de las Bodegas Arzuaga Navarro. Todo es dentro de las mismas facilidades. Esa visita solo nos incluyó probar uno de sus vinos.

Pasamos la tarde en el circuito de su spa que es espectacular. Lleva traje de baño y flip flops, el resto te lo darán allí y es perfecto como para bajar revoluciones después de varias dias intensos. En la noche fuimos a cenar al restaurante del hotel, el mesero fue muy amable y ambos comimos un solomillo con patatas fritas, lo cual estaba bien rico.

Día 7:

Desayunamos en el hotel, pues te incluye el desayuno y salimos manejando en coche hasta Pago de Carraovejas en donde teníamos en agenda una visita guiada y una experiencia de cata con maridaje. La visita a esta bodega es altamente recomendada, es impresionante la forma en que manejan todo. Sus viñedos son de la mejor calidad y es brutal cómo utilizan la misma naturaleza, creando un ecosistema para que hayan aves e insectos que son depredadores de posibles plagas para sus viñedos. Así aseguran no tener problemas de plagas y si surgiese algo, no tener que usar pesticídas o químicos, pues de forma natural, el ecosistema se balancea. Esta visita me encantó, y en otro momento me gustaría regresar para ir a su restaurante Ambivium.

Luego nos dirigimos de nuevo a Arzuaga, pues teníamos la Iniciación a la Cata. Es una Cata de vinos en dónde te explican cómo se cata un vino y también maridado con unas pequeñas tapas. Esto fue una visita rápida, duró alrededor de 1:15hrs, y que bueno pues teníamos una vista a Bodegas Emilio Moro. Hicimos la visita guiada y luego la experiencia gastronómica en donde comimos el plato tradicional del área, el famoso lechazo. El lechazo (o cordero lechal) es una cría que solo se ha alimentado de leche materna y ha sido sacrificada a los 25 días de vida aproximadamente. Su sabor es único y el color de la carne rosa pálido. Tiene muy poca grasa y es muy jugoso, algo que definitivamente hay que probar.

Ya de ahí manejamos hasta Madrid para entregar nuestro carro y hacer check in en el hotel.

De Madrid seguimos hablando en otro post...

Salud!